Título : |
Memorias de convivencia |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Muñoz, Carlos, Autor ; Álvaro Rivera Burbano, |
Editorial: |
San Juan de Pasto [Colombia] : Editorial Institución Universitaria CESMAG |
Fecha de publicación: |
2013 |
Número de páginas: |
52 p. |
Il.: |
il. : blanco y negro |
Dimensiones: |
16 cm |
Nota general: |
Fotografías |
Idioma : |
Español (spa) |
Etiquetas: |
CONVIVENCIAS EDUCACIÓN SUPERIOR MEMORIAS UNIVERSIDADES |
Clasificación: |
378.19 Educación Superior - Otros temas |
Resumen: |
Estos son algunos de los apuntes que en estas jornadas se han vivido. Indiscutiblemente lo más importante de este ejercicio no se puede medir ni a corto, y quizás, ni a mediano plazo. Esas experiencias de vida quedan en el corazón y son, en cierta manera, intangibles. Los esfuerzos y los sacrificios de directivos, docentes, coordinadores y estudiantes, los paradigmas rotos, la claridad en muchos aspectos de la personalidad del joven, lo que se vive, se comparte y se aprende, son semillas que luego brotarán. Son los valiosos tesoros en la maleta de la existencia que oportunamente se sacan cuando escasea la paz, la fortaleza y la confianza en el ser humano. El maravilloso designio de Dios nos permite hoy sembrar, mañana otros recogerán. No importa quién o quienes lo hagan, lo importante al final de todo es la cosecha. Los frutos sazonados recogidos y servidos en la mesa de la vida; como aquella estrofilla pastoril que dice “Semillita, semillita. ¿Quién te sembró con caricias? ¿quién te regó con denuedos? ¿quién te cuidó con desvelos? no lo sé, buen viajero. Lo único que imagino es que fueron muchas manos. Que fueron muchos sueños. Que fueron anhelos. iPero no preguntes tanto! iCome mi fruto sabroso! iVibra con mi beso tierno! iQue ya sembrarás tu primero!”.
Y como esta cosecha no se ve pronto a veces el hombre desespera. El bien se abre paso lento y seguro como las auroras rompiendo la oscuridad de la noche. La palabra de Dios es firme cuando dice: “Sucede con el Reino de Dios lo mismo que con el grano que un hombre echa en la tierra. No importa que él esté dormido o despierto, que sea de noche o de día. El grano germina y crece, sin que él sepa cómo, la tierra da fruto por sí misma: primero un tallo, luego la espiga, después el trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto está a punto, en seguida se corta con la guadaña, porque ha llegado la cosecha” (Marcos 4,26-29).
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Nota de contenido: |
• Prólogo.
• A las puertas del tercer milenio.
• Primera estación de la aventura Chachaguí.
• La Casa de Ejercicios San Ignacio de Loyola.
• La Casa Pastoral de Santiago.
• Epílogo.
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Memorias de convivencia [texto impreso] / Muñoz, Carlos, Autor ; Álvaro Rivera Burbano, . - San Juan de Pasto [Colombia] : Editorial Institución Universitaria CESMAG, 2013 . - 52 p. : il. : blanco y negro ; 16 cm. Fotografías Idioma : Español ( spa)
Etiquetas: |
CONVIVENCIAS EDUCACIÓN SUPERIOR MEMORIAS UNIVERSIDADES |
Clasificación: |
378.19 Educación Superior - Otros temas |
Resumen: |
Estos son algunos de los apuntes que en estas jornadas se han vivido. Indiscutiblemente lo más importante de este ejercicio no se puede medir ni a corto, y quizás, ni a mediano plazo. Esas experiencias de vida quedan en el corazón y son, en cierta manera, intangibles. Los esfuerzos y los sacrificios de directivos, docentes, coordinadores y estudiantes, los paradigmas rotos, la claridad en muchos aspectos de la personalidad del joven, lo que se vive, se comparte y se aprende, son semillas que luego brotarán. Son los valiosos tesoros en la maleta de la existencia que oportunamente se sacan cuando escasea la paz, la fortaleza y la confianza en el ser humano. El maravilloso designio de Dios nos permite hoy sembrar, mañana otros recogerán. No importa quién o quienes lo hagan, lo importante al final de todo es la cosecha. Los frutos sazonados recogidos y servidos en la mesa de la vida; como aquella estrofilla pastoril que dice “Semillita, semillita. ¿Quién te sembró con caricias? ¿quién te regó con denuedos? ¿quién te cuidó con desvelos? no lo sé, buen viajero. Lo único que imagino es que fueron muchas manos. Que fueron muchos sueños. Que fueron anhelos. iPero no preguntes tanto! iCome mi fruto sabroso! iVibra con mi beso tierno! iQue ya sembrarás tu primero!”.
Y como esta cosecha no se ve pronto a veces el hombre desespera. El bien se abre paso lento y seguro como las auroras rompiendo la oscuridad de la noche. La palabra de Dios es firme cuando dice: “Sucede con el Reino de Dios lo mismo que con el grano que un hombre echa en la tierra. No importa que él esté dormido o despierto, que sea de noche o de día. El grano germina y crece, sin que él sepa cómo, la tierra da fruto por sí misma: primero un tallo, luego la espiga, después el trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto está a punto, en seguida se corta con la guadaña, porque ha llegado la cosecha” (Marcos 4,26-29).
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Nota de contenido: |
• Prólogo.
• A las puertas del tercer milenio.
• Primera estación de la aventura Chachaguí.
• La Casa de Ejercicios San Ignacio de Loyola.
• La Casa Pastoral de Santiago.
• Epílogo.
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